miércoles, 17 de septiembre de 2014

La intimidad en el lenguaje

En los libros traducidos al español de Murakami uno encuentra frecuentemente una nota al pie de página donde se aclara el sufijo “chan” en un Haruki-chan, Nakamura-chan, Sputnik-chan. El comentario indica que tiene una connotación infantil. Sin embargo, el estudio del idioma japonés sugiere que tiene más acepciones que están relacionadas con la intimidad. Los idiomas, por una herencia cultural, le asignan un significado a determinadas palabras, y todo depende del contexto para determinar si el uso es adecuado o, por el contrario, inadecuado. En el libro La seducción de las palabras de Álex Grijelmo comienza por explicar la intimidad que existen detrás del vocablo. “Viven, pues, también en los sentimientos, forman parte del alma y duermen en la memoria.” (p.13, Editorial Santillana, Sello Punto de lectura, Edición 2000). Y hace referencia a dos tipos de valores que encontramos en cada palabra: el personal y el colectivo.


En japonés se emplean tres sufijos distintos de acuerdo al nivel de intimidad y el contexto social. El sufijo que se emplea para un mayor rango de jerarquía es “sama”. El sufijo de uso cotidiano y de respeto es “san” y, finalmente, se emplea para un mayor grado de intimidad el sufijo “chan”. Sin embargo, en japonés expresar intimidad es descortés. A pesar de que entre dos personas haya un nivel de confianza se evita el uso de este sufijo en público. Ya que para algunas personas el uso de “chan” puede parecer incluso vulgar.
En Japón sólo decir el nombre propio es considerado una falta de respeto, por lo que siempre se emplea “san” después del nombre. Asimismo, el prefijo “o-” es también una muestra de respeto como se presupone al decir madre, okaasan, o padre, otoosan.
Las generaciones pasadas empleaban “sama” para llamar a sus padres y abuelos. El uso actual para “sama” es entre el cliente y el vendedor. “Sama” implica una jerarquía mayor. También se emplea si se desea nombrar a alguien de forma cortés.
La sociedad japonesa considera que los mayores son siempre superiores a los jóvenes, esto se debe a la herencia de la tradición asiática, aunque en la actualidad se está perdiendo esta costumbre. Algunos jóvenes nombran ahora a sus padres por el nombre propio, haciendo caso omiso a los sufijos antes mencionados.
さま (sama)  jerarquía alta
さん (san)  respetuoso
ちゃん (chan)  íntimo
Estas consideraciones que se emplean en japonés antes de llamar a alguien por su nombre reflejan la distancia o cercanía que existe entre los interlocutores, y resulta interesante observar cómo van cambiando con el paso del tiempo. ¿Por qué las nuevas generaciones prefieren un uso homogéneo en los nombres?¿Qué significado conlleva esto?¿Qué conclusión sobre la concepción de la intimidad remite en la historia y cuál permea en la actualidad?
Considero que los sufijos y prefijos determinan una relación jerárquica establecida. De tal forma que, la omisión de éstos puede interpretarse quizás de dos maneras distintas. O bien se han omitido para reconsiderar una relación más íntima en la cual la jerarquía presentaba un obstáculo. O, por otra parte, la distancia se hace cada vez más ancha.
Paola Odiardi

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