viernes, 19 de septiembre de 2014

Aprender a vivir

¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Qué conozco? Mejor planteo otra pregunta: ¿me conozco? No podemos huir de estos pequeños interrogantes. La información del DNI se queda pequeña. Conocer a alguien es difícil, pero conocerse a uno mismo es un misterio.
Fuente



Con este blog, solo queremos despertar el apasionante mundo interior de uno mismo. Es ese mundo apasionante de ideas, metas y sueños; de conquistas y de retos; de luchas y aspiraciones; de debates, inquietudes y conflictos. Es un pequeño reino en el que te proclamas dueño y señor de tus pensamientos, dónde viven refugiados tus secretos. Pero para ser rey de ese mundo, antes hay que caer en la cuenta de que somos únicos.¿Cómo me puedo conocer? Si no me da tiempo a pensar, porque me levanto el lunes pensando que era domingo. La rutina me atrapa y caigo en la monotonía, hago lo mismo, quedo con los mismos, hablo de lo mismo. Es tan sencillo como empezar por lo siguiente:

    1-Conocerse y dejarse conocer. 


Fuente
No se trata de saber de memoria tus puntos fuertes, hay que sacarles partido. A leer no aprende uno solo, le enseña un buen maestro. No hay que tener miedo a pedir ayuda, una persona que no cuenta sus problemas o sus alegrías, estorba. Conocerse a uno mismo para conocer a los demás. Afrontar con objetividad tus limitaciones y con alegría tus virtudes.




     2-   Sorprender y dejarse sorprender


Fuente

    3-Saber de qué se puede hablar y de qué se debe callar: ser dueño de mis silencios y no esclavo de mis palabras.


     4-Tener una mirada propia pero dejarse contagiar por una mirada ajena.


Es tarea difícil descubrir ese ingrediente secreto que marca la diferencia. Pero es necesario. Aceptar defectos y sacar partido a las virtudes. No caer nunca en el engaño de la autocompasión y aún menos en el engaño de la autocomplacencia. Aviso: quedan prohibidos los lectores conformistas. Nos gusta el cambio, porque para cambiar el mundo primero hay que cambiarse a uno mismo.
Este es el apasionante mundo interior. Aquí puedes vivir cuando le haces un pulso a la rutina de sobrevivir.
Elena Díaz-Casanova







No hay comentarios:

Publicar un comentario