Si tuviera que nombrar al personaje más destacado de la intimidad en las series, sin lugar a dudas el primero que me viene a la mente es Patrick Jane, el protagonista de la serie El Mentalista. ¿Por qué? La respuesta es sencilla, nadie crea ni tiene tantos problemas en relación a la intimidad.
(atención spoilers)
Desde sus orígenes, como se descubre al comienzo de la serie, tiene un mal primer contacto con la intimidad. Las primeras personas con las que podemos compartir nuestro mundo interior es nuestra propia familia, y una infancia sana facilita que en el futuro nuestra intimidad se desarrolle con normalidad. Patrick Jane, de niño, trabaja en el circo con su padre y (hasta la fecha) no sale en ningún capítulo su madre. Su padre le obliga a hacer trucos y timar gente, cuando el tan solo es un niño, y aunque no quiere, siempre le manipula para que lo haga.
Cuando se hace adulto, el protagonista se escapa del circo, y trabaja como "vidente", timando a la gente para conseguir su dinero. En una ocasión, se le invita a la televisión para que analice la personalidad de un asesino en serie, Red John. Él le hace una crítica severa en directo por lo que, cuando vuelve a casa un día, están su mujer y su hija brutalmente asesinadas a manos de este psicópata. De esta manera, Red John arrasa con el mundo interior del protagonista: mata a su familia, a la única con la que parece que Patrick Jane se sentía cómodo.
Este es el momento en el que comienza la serie (lo otro se descubre mediante flashbacks). Años más tarde del accidente, Patrick Jane se une al Criminal Bureau of Investigation (CBI) como asesor, con la principal motivación de pillar a Red John. Una vez en la brigada, ayuda a cerrar muchos casos con métodos que rozan lo ilegal e inmoral. Tal vez por sus encontronazos con la intimidad, parece no conocer los límites de la privacidad, ni personal ni legal. Resuelve numerosos casos colándose en las casas y revolviendo en zonas íntimas y personales en las que no tiene permiso a entrar (en la mente de los implicados, sin ir más lejos). A pesar de todo ello, Jane no tiene el más mínimo remordimiento.
La prueba definitiva de que tiene un serio problema con su intimidad es ver cómo es su relación con su propio mundo interior: pésima. Para empezar en muchos capítulos duerme en el sofá de la oficina porque no soporta quedarse a solas con sus pensamientos en su casa. Siempre que puede evita hablar de sí mismo y esquiva decir que está haciendo, ciertamente esto lo hace con una encantadora actitud infantil, pero el trasfondo de esta personalidad, es un dolor profundo y una culpabilidad intensa.
Como atisbo de esperanza para el mundo interior de este personaje está la relación que tiene el protagonista con su compañera de trabajo Teresa Lisbon. Es el prototipo de líder íntegro, fuerte y duro pero con un corazón de oro. Desde el primer momento se apiada del pobre dolido Patrick Jane y pese a que este se resiste a conectar con ella, Lisbon siempre le echa un cable y le escucha. Poco a poco tras su constancia, Jane comparte su mundo interior e incluso llega a sincerarse sobre sus sentimientos y su pasado. De esta manera desarrollan, capítulo tras capítulo y temporada tras temporada, una amistad admirable, en la que ambos comparten sus respectivos mundos interiores.
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